llora alma mía
las veces que no lloraste,
aquellas que te aguantaste
y todo lo que no dijiste
déjalo ir para que un día
el dolor desaparezca,
simplemente déjalo ir...
alza la mano y pide auxilio
aunque a veces nadie escuche
aunque a veces te des cuenta
que en el mar de tus silencios,
aquel que llenaste con tus lagrimas,
en donde has naufragado a voluntad,
no existe nadie que llegue a rescatarte,
siempre serás un naufrago
perdido en esta inmensidad,
es el dolor de tus recuerdos,
donde te hundes,
sin embargo no dejes de nadar
quizá, tal vez, algún día
en medio del océano frió
alguien quiera rescatarte,
triste naufrago de la tarde
perdido en el mar de sus recuerdos...