Esperaba encontrarte
y te espere con anhelo desesperado;
pero nunca llegaste.
Pasando las olas del tiempo por mi piel,
creí que nunca te vería...
Mi alma lloro en silencio sin ti
y siguió esperando.
Yo, triste hoja deslizándose
suavemente al compás del viento,
no comprendí que aun no existías en mi tiempo.
Tu, sol de verano, iluminando mi frió invierto,
sintiendo el tibio calor de tus rayos en mi rostro
creí vivir por un momento
Yo otoño silente, cielo gris
te espere con anhelo;
porque tu tiempo no fue el mio
detuve el mio para esperar...
Y espere en silencio.
Tu, una extraña sensación de paz
emanando de una dulce sonrisa ...
Anacronía del alma.
Porque el alma no tiene tiempo;
Porque el alma no se curte con el frió invierno.
Mis pasos, apresurados, y en destiempo
caminaron en la senda sin ti con desaciertos
Y tu, llegaste tarde a nuestro encuentro
predestinando miradas en instantes eternos
mi alma y la tuya se fundieron
Y el miedo, amigo de las dudas
eterno compañero del silencio
construyendo muros nos fue dividiendo
Tu, que no conoces de tristezas avanzas sonriendo
yo que no quiero volver a sentirlas retrocedo
anacronía del alma; porque el alma no tiene tiempo
cruzando miradas en instantes eternos
porque alma no conoce de años
ni se curte con el frió invierno.