de mi existencia en el que las olas
golpearon mi barca
y encallé en la lejana playa del silencio.
Aquella noche, mi voz ya queda repetía:
Tómalo con calma, que no son lágrimas
son solo gotas de lluvia,
Tu remeciste el cielo en las profundidades de mi ser
y desataste una tormenta;
aquella noche, mi voz ya queda repetía:
no me mires con tristeza,
porque después, cuando menos lo esperes
el sol volverá a brillar...
No había nada que pudieras decirme que aliviara el dolor;
pero dijiste una verdad:
Un día dejará de doler y me olvidarás...
Cuando te fuiste, triste noche de luna,
creí que nunca llegaría el amanecer;
pero llegó y con él de nuevo tu sonrisa,
y me pregunto ¿Que haces aquí?
Hoy, presente inoportuno...
déjame llorar y vete como siempre
deja al después llegar,
hoy presente inoportuno
dejarme llorar olvida como siempre vete ya.
la brisa de la noches se llevo tu fragancia,
y las horas de ausencia borraron tus recuerdos,
lo siento... llegó tu noche ahora soy yo la que se va.