Remembranza

No me dejes un suspiro enamorado
regresame al ayer cuando me amabas…
Porque en el ayer yo fui tu cielo, 
tu sueño, tu anhelo, tu todo.
Regrésame al ayer cuando me amabas y 
devuélveme a la brisa que envolvía mis instantes
No me dejes un suspiro enamorado
inventa para mí un paisaje de presentes sin finales
y enséñame… Enséñame a llorar con las sonrisas.
Muéstrame el camino de regreso a lo añorado.
Camina junto a mí con pies descalzos, 
y no sueltes mis manos.
No me dejes un suspiro enamorado,
abrázame con fuerza y no me sueltes…
Enséñame a admirarte desde siempre,
cobija mis anhelos y esperanzas
y no me enseñes a extrañarte.
Quédate siempre en mis instantes serenos
y en mis noches de quebranto créame sonrisas nuevas.
Sí, mi mundo se vistió de grises nubes 
y de un olor a nostalgia 
y al atardecer lagrimas lentas con sabor a mar...
Sí, soy una hoja de invierno 
recibiendo golpes de lluvia y mi alma congelada
fue quebrada por los golpes…
Tú siempre irreal, siempre sutil…
Para correr de los recuerdos necesito
un toque de locura y fuego lento
para quemar cada página errada
en mi destino…
Sí, mi mundo se vistió de grises nubes;
porque lo pintaste de colores de otoño 
y a mi alma la dejaste esperando…
No me dejes un suspiro enamorado
enséñame a borrarte y si te quedas 
enséñame a vivir de lo que das
de este amor que al principio
parecía una historia sin final.