miércoles, 8 de febrero de 2012

Tu noche y la mía.

Hubo un tiempo en algún lugar 


de mi existencia en el que las olas
golpearon mi barca 
y encallé en la lejana playa del silencio.
Aquella noche, mi voz ya queda repetía:
Tómalo con calma, que no son lágrimas 
son solo gotas de lluvia,
Tu remeciste el cielo en las profundidades de mi ser
y desataste una tormenta; 
aquella noche, mi voz ya queda repetía:
no me mires con tristeza,
porque después, cuando menos lo esperes 
el sol volverá a brillar...
No había nada que pudieras decirme 
que aliviara el dolor;
pero dijiste una verdad:
Un día dejará de doler y me olvidarás...
Cuando te fuiste, triste noche de luna,

creí que nunca llegaría el amanecer; 
pero llegó y con él de nuevo tu sonrisa,
y me pregunto ¿Que haces aquí?
Hoy, presente inoportuno... 
déjame llorar y vete como siempre
deja al después llegar, 
hoy presente inoportuno 
dejarme llorar olvida como siempre vete ya.

la brisa de la noches se llevo tu fragancia,
y las horas de ausencia borraron tus recuerdos,
lo siento... llegó tu noche ahora soy yo la que se va.


3 comentarios:

Carlos Alberto dijo...

Hola veo todo lo que haces me parece tan sereno que decidí visitar tu blog saludos desde Venezuela muy linda en todo

jack dijo...

Bonito Blog Mari!!!

jack dijo...

no soy Jack, pero que es esto?, soy David