Sí, es cierto fui un cobarde
mi corazón latía cuando miraba al horizonte
pero nunca tomé el tren.
Si, es cierto fui un cobarde
admiré a los que tenían el valor de irse
pero nunca los acompañé
Mi corazón latió fuerte, emocionado
pero, más pudo el miedo y calló.
asi qué, Sí fui un cobarde
¿Porque será que nunca me subí al tren?
Allá, en el lejano horizonte,
escondidos tras ese dorado atardercer
se encontraban mis mas lejanos sueños
aquellos que perdí,
aquellos que deje en el tiempo pero;
¿cuantas veces estuve en el mismo lugar
diciendo las mismas palabras,
mientras el tren se iba?
Sí, fui un cobarde
uno que lloraba aquello
que nunca hizo.
que se atemorizaba por todo.
He perdido sin haber jugado
por el miedo, por desanimo.
Estuve viviendo de migajas
y tenia el banquete a la mano
Esta, es mi ultima tarde...
Y Sí, hoy tomaré el tren;
pero no el que hubiera querido
es uno que me lleva
hasta el final de mis días,
al final de mi destino.
Nunca escribí mi nombre en
el anuario de la vida
por ser un cobarde
morí...¡Todos los días!
Y hoy ya mi cadáver
subiendo en el tranvía
mira desde lejos
que siempre tuve compañía.
Aquel que muere peleando
por sus sueños, con bríos
con hidalguía,
Toma el tren de su destino
en su ultimo día
Y no muere con reproches
como yo que fui un cobarde
pero siempre tuve compañía.
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